lunes, 29 de septiembre de 2014

272 EU NÃO FALO PORTUGUÊS

Recuerdo una de mis primeras clases de portugués en la EOI de Montijo - Puebla de la Calzada allá por el año 2004. Nuestro profesor, Jorge, nos entregó una fotocopia de un artículo publicado por el periodista y escritor colombiano Daniel Samper Pizano. En él, en tono humorístico, nos hace ver a los hispanohablantes que el portugués tiene algunas palabras que, si bien su grafía es idéntica a la española, su significado es totalmente diferente (falsos amigos).
A continuación podéis leer el artículo del que os hablaba en el párrafo anterior. A mí me gustó, espero que a vosotros también.

EU NÃO FALO PORTUGUÊS - Daniel Samper
A diferencia de la mayoría de las personas que entienden idiomas pero no los hablan, a mí me sucede con el portugués, que lo hablo pero no lo entiendo. Es decir, aprendí la música, pero me falta la letra. Yo pensé que español y portugués se parecían tanto que no precisaba tomar clases. Sin embargo, para salir de dudas, resolví preguntárselo a Norma Ramos, una buena amiga portuguesa que ha vivido en el Brasil.
- "Norma: dime la verdad: siendo el portugués un dialecto derivado del español: ¿tú crees que necesito tomar clases de portugués? -le pregunté en el mejor portugués de que fui capaz".
- "Al fondo a la derecha, me contestó Norma, y siguió comiendo".
Fue una experiencia terrible. Allí mismo decidí que no sólo iba a tomar clases de portugués, sino que Norma tendría que ser mi profesora. Ella aceptó con resignación misericordiosa. Y como yo le insistiera que me hablase en portugués todo el tiempo, me dijo que desde el lunes nos sentaríamos a estudiar dentro de su escritório. Me pareció bastante estrecho el lugar, pero llegué el lunes decidido a todo. 
Yo creía que el portugués era el idioma más fácil del mundo, pero la primera lección que saqué es que resulta un arma de doble filo, justamente porque uno cree que se trata tan sólo de español deshuesado. Escritório no quiere decir escritorio, sino oficina; en cambio, oficina quiere decir taller y talher significa cubiertos de mesa. No me atrevía a preguntar a Norma cómo se dice escritorio (nuestra tradicional mesa de cajones); pero ella, que es tan inteligente, lo adivinó en mis ojos aterrados. "Escritorio se dice secretária, observó Norma".
Le pedí que hiciéramos un rato de descanso. "Un rato en portugués es un ratón", respondió inflexible. "Fíjate lo que me pasa por hablar como un loro", traté de disculparme. "Un louro es un rubio", dijo ella.
"Y rubio seguramente se dirá papagayo", comenté yo tratando de hacer un chiste. Glacial, Norma aclaró:
- "Ruivo es pelirrojo, y papagaio es loro". 
- "Perdóname, Norma, pero es que yo hablo como si produjera basura". 
- "Vassoura no, Lixo. Vassoura quiere decir escoba".
- "Y escoba, ¿significa?"
- "Escova significa cepillo". 
Era suficiente para el primer día. A la siguiente lección regresé dispuesto a cometer la menor cantidad posible de errores. Le rogué a Norma que me invitara a un café, a fin de empezar con la cabeza despejada. Me trajo café portugués, a pesar de lo cual quise ser amable y dije que lo encontraba exquisito.
- "No veo por qué te desagrada me contestó ella".
- "Al contrario: lo encuentro exquisito" insistí yo, sin saber que ya había cometido el primer error del día.
"Esquisito quiere decir, en portugués, desagradable, extraño", suspiró Norma.
...
Norma estaba allí, en su escritorio esperándome con infinita paciencia. Siempre en portugués, le pedí perdón y le dije que me tenía tan abrumado el portugués, que ya no me acordaba de mi apellido. "De tu sobrenome, dirás", comentó ella: "Apelido quiere decir apodo". Intenté sonreír: "Trataré de no ser tan torpe". Dijo Norma: "No exageres: torpe es infame; inábil sí es torpe".
Con este nuevo desliz se me subió la temperatura. Quise tomar un vaso de agua ("vaso es maceta" corrigió ella: "copo es vaso y floco es copo" -de nieve-) y me justifiqué diciendo que el viaje hasta su escritorio había sido largo... "Longo, no largo", dijo Norma. "Largo quiere decir ancho, así como salsa significa perejil y molho significa salsa".
Me di por vencido. Acepté que el portugués era un idioma difícil y entonces sí se le iluminaron los ojos a Norma. La cuestión era de orgullo. De ahí en adelante no me regañó, sino que me mostró todas las diferencias que existen entre palabras homófonas de los dos idiomas. Caro se dice costoso, porque custoso quiere decir difícil; morado se dice roxo, porque rojo se dice vermelho, escenario se dice palco, porque palco se dice camarote, cadeira no es cadera, sino silla; ... maluco es loco y caprichosa es limpia, distinto es distinguido y presunto es jamón.
Era demasiado. Pedí permiso para no volver nunca a las clases de portugués, el idioma más difícil del mundo.