Esperamos que nuestros alumnos y compañeros disfruten del acto, que se celebrará en la Biblioteca del centro a partir de las 11:40 horas del día 15/12/10.
A continuación incluimos la portada del libro y un resumen del libro.
CARTA DEL PROTECTOR A LOS MEDIOS
Este es un mensaje claro a aquellos que me quieran escuchar. La Tierra se muere. Vivimos inmersos en una época de globalización, cambio climático, grandes desastres naturales y artificiales, terrorismo religioso, hambre, sed, recesiones económicas mundiales… Cada vez resulta más difícil encontrar algún área de actividad económica o socia lque no esté cambiando más deprisa de lo que la propia raza humana es capaz de asimilar. La superpoblación mundial anticipa increíbles hambrunas y la escasez de recursos naturales provocará crueles conflictos armados en lucha por su obtención a cualquier precio.
Muy poco de lo que hacemos es válido si lo enfocamos sólo desde puntos de vista mercantiles y económicos. Si continuamos a este ritmo de destrucción de ecosistemas sostenibles, de aniquilación de bosques y selvas, de extinción de especies, de globalización de consumos y formas de vida… nuestro futuro no será mejor que el de aquellos otros dominadores de la tierra que nos precedieron hace millones de años.
Para el que no se haya enterado, repito: LA TIERRA SE MUERE. No todo puede valer en la economía de mercado, porque está demostrado que el sistema es insostenible y que en poco tiempo habremos desaparecido de este amado planeta que poblamos. Los verdaderos ejércitos de las potencias de hoy día ya no son los que llevan las armas. Los verdaderos conquistadores y colonizadores de nuestro tiempo son, hoy por hoy, las empresas y empresarios sin escrúpulos que, como si fueran el caballo de Atila, no dejan que crezca la hierba allá donde pisan. Alguien, aunque sólo sea uno de nosotros, tiene que hacer algo para detener esta debacle. Mi mundo, mi cultura, mi identidad… están siendo atacados sin piedad por algunos de estos modernos guerreros económicos, y no estoy dispuesto a quedarme de brazos cruzados sin hacer nada. Tengo una misión, y estoy dispuesto a cumplirla a cualquier precio.
Sí, estoy en guerra. Continuaré matando hasta que mi pueblo esté a salvo y su futuro sea limpio y claro como lo ha sido hasta ahora. Nadie es inocente o imparcial. Las acciones y decisiones que tomamos a diario sirven para salvar o matar, y no es necesario atravesar un corazón con un puñal para matar a alguien. Sólo pararé los sacrificios cuando crea que una luz de esperanza, aunque sea débil y pequeña, se afiance entre nuestros pueblos y sus dirigentes y las cosas comiencen a cambiar de verdad.
Fdo.: El Protector
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